Todas las partes móviles de un generador eólico requieren una lubricación fiable. La presión del lubricante es monitoreada por sensores o interruptores de presión, así como el nivel y la temperatura. El ajuste de las aspas del rotor, la alineación de la góndola con el viento, así como también las funciones de seguridad como los frenos de disco o el mantenimiento de los pernos, se llevan a cabo de forma hidráulica, accionados por una central hidráulica.
Aunque normalmente en la parte superior de la central eólica la temperatura es muy baja, el calor residual, por ejemplo, del generador y de la electrónica de potencia, requieren aire acondicionado. WIKA ofrece sensores adecuados para medir la temperatura ambiente y para el funcionamiento de las unidades de refrigeración.
Los sistemas de extinción por gas suprimen cualquier fuego que se produzca. Para ello, los manómetros o presostatos aseguran que el sistema de extinción está listo para su uso, controlan la presión en los cilindros de gas e informan de cualquier caída de presión crítica.
Debido a su estructura modular, los generadores eólicos tienen numerosas conexiones roscadas que se pueden aflojar por las fuertes vibraciones. Para controlar los pares de apriete, WIKA ha desarrollado transductores de fuerza de anillo que se instalan entre la cabeza del tornillo y el soporte.
Mecánicamente, las aspas del rotor están muy sometidas a estrés. Los sensores de tensión pueden detectar cambios en el material en una etapa temprana.