Los transductores de deformación, también denominados sensores de deformación o extensómetros, son un tipo especial de sensor de fuerza y son versátiles, ya que son adecuados tanto para mediciones estáticas como dinámicas. Los transductores de deformación se utilizan para medir las deformaciones que se han producido debido a las fuerzas que actúan sobre un cuerpo existente. El transductor de deformación se instala rápidamente gracias a su sencillo diseño atornillable y puede alcanzar elevadas precisiones, a pesar de la medición indirecta. Tras el montaje y el ajuste, la deformación se transfiere mediante una conexión por fricción del elemento sólido al transductor de deformación. Dado que el transductor se atornilla al componente durante su uso, tras el ajuste, la unidad tiene las características de un transductor de fuerza.
El uso de transductores de deformación es especialmente adecuado para los sistemas existentes. En un silo o depósito existente, el reequipamiento de vigas de flexión o cizallamiento para la medición de fuerzas puede resultar muy costoso. La galga extensométrica, en cambio, se integra rápidamente en la aplicación y es una alternativa económica. Los transductores de deformación WIKA tienen una gran resistencia a los golpes y las vibraciones, así como una buena estabilidad a largo plazo.
Posibles ámbitos de aplicación:
El transductor de fuerza o extensómetro puede utilizarse a partir de una deformación o compresión de 0 ... 200 µε hasta un máximo de 0 ... 1.000 µε. El extensómetro alcanza una exactitud global del 2 % del valor máximo de la escala. Para la medición, el transductor de fuerza se fija al componente mediante pernos en la zona donde se produce la deformación correspondiente.