La emulsión de lubricante refrigerador cumple dos funciones importantes en la máquina: enfría el equipo (taladro, filo) y contribuye en la extracción de viruta.
El nivel en el depósito del lubricante y la concentración puede variar debido a varios factores como la evaporación, la descarga del lubricante refrigerador y la penetración de aceites ajenos.
En las grandes empresas metalúrgicas por ejemplo, un empleado a tiempo completo se encarga de controlar el nivel y el reabastecimiento. En la Industria 4.0, la detección y documentación automáticas del nivel aportan numerosas ventajas. Así se informa al operario de todas las variaciones y alerta sobre posibles fugas. La mecanización de la pieza de trabajo provoca un calentamiento del lubricante refrigerado. Este calor debe evacuarse mediante intercambiadores de calor, además deben observarse rigurosamente las temperaturas máximas (según indicaciones del fabricante). Un simple interruptor de límite puede controlar la temperatura máxima, o una termorresistencia puede medir la temperatura de la emulsión en el depósito. Esto permite una refrigeración optimizada para un importante ahorro de energía.
El estándar de hoy es la medición in situ y luego una entrada manual en una tabla en papel. WIKA está desarrollando una solución que cumple los requisitos de Industria 4.0 para la emisión automática de la documentación de estos valores. Esta solución permite eliminar las tareas manuales y los intervalos cortos de medición alertan de cualquier peligro de destrucción del lubricante refrigerador para tomar medidas a tiempo. La situación puede controlarse, evitando un cambio del lubricante refrigerador.