WIKA ofrece numerosos diseños de sensores de inclinación. En el interior de los sensores de inclinación hay un fluido dieléctrico que se alinea horizontalmente por gravedad, igual que un nivel de burbuja sin errores de aceleración gravitacional. Las mediciones son independientes de las fluctuaciones gravitacionales y, por lo tanto, reproducibles en cualquier lugar. A partir de la capacitancia diferencial, se calcula el ángulo de inclinación. Esta tecnología permite mediciones hasta 360°. Con ello se pueden alcanzar exactitudes de medición de <0.1 %. También se ofrecen versiones para aplicaciones redundantes y multieje y con cajas antideflagrantes. Los sensores de inclinación WIKA cumplen con las más altas clases de protección, son adecuados para entornos hostiles y se pueden utilizar en rangos de temperatura de -40 °C a 80 °C.