El secado y la eliminación de polvo en los gránulos es una condición previa básica para la fabricación de piezas de plástico de calidad superior. Debido a la abrasión del producto, muchos gránulos de plástico contienen polvo y fibras (cabello de ángel) ya en el momento de la entrega. Esto causa pérdidas de calidad en el producto final, especialmente en piezas ópticas y de alto brillo, o puede ocasionar atascamientos del producto, hasta llegar incluso a períodos de inactividad de la planta. La medición de la presión de WIKA controla el vacío del sistema de eliminación de polvo (figura izquierda).
Un reto especial es secar los termoplásticos higroscópicos hasta alcanzar la humedad residual óptima para su procesamiento. Esto se consigue solo mediante un tratamiento de aire con un punto de rocío extremadamente bajo y, por lo tanto, un contenido mínimo absoluto de agua. Los instrumentos de medición de temperatura de WIKA contribuyen al funcionamiento energéticamente eficiente de los secadores (figura derecha). Nuestros medidores de nivel monitorizan el nivel de llenado en el depósito de la secadora, y los manómetros aseguran la circulación de aire del soplador. Como procesador de plásticos con más de 30 máquinas de moldeo por inyección, WIKA conoce los desafíos. La cooperación entre el nuestros departamentos de desarrollo y de fabricación permite la fabricación de productos que cumplen rigurosamente las tareas de instrumentación de la preparación del granulado.