Los medidores de caudal electromagnéticos se utilizan para medir líquidos conductores con precisión. El principio de medición se basa en la ley de inducción de Faraday. Según esta ley, un líquido conductor puede medirse por su tensión al atravesar un campo magnético. La ventaja de los medidores de caudal electromagnéticos es que funcionan incluso en ausencia de suministro eléctrico y pueden utilizarse independientemente de presión, temperatura, densidad, viscosidad y agresividad de las sustancias medidas.
Los medidores de caudal electromagnéticos se utilizan allí donde fluyen medios, por ejemplo en el campo del agua y las aguas residuales. Sin embargo, los medios con componentes sólidos, como lodos y hormigón, o los medios agresivos también pueden medirse con precisión. Los campos de aplicación son, entre otros, los dispositivos antisísmicos, los dispositivos de protección contra incendios, la técnica de refrigeración, la ingeniería civil, la minería o la industria de procesos. Los convertidores de señal de WIKA, por ejemplo el modelo FLC-608, se acoplan a medidores de caudal electromagnéticos en configuración separada o compacta. Esto genera, por ejemplo, la corriente para la bobina del solenoide y se encarga de la comunicación con los sistemas de control externos.