A menos que la producción de hidrógeno se encuentre en el lugar de uso, el hidrógeno debe almacenarse y transportarse. El transporte se realiza mediante redes de gas o, lo que es más habitual, en tanques de distintos tipos y tamaños. Los rangos de presión de los tanques de almacenamiento van desde los 20 bares de los tanques de licuado hasta los 700 ... 1.000 bares para los depósitos de gas comprimido. También el hidrógeno licuado (LH2) desempeña un papel cada vez más importante debido a su alta densidad energética. Su temperatura de -253 C plantea retos adicionales.
Dependiendo del estado físico del hidrógeno (gaseoso o criogénico) deben utilizarse diversas soluciones de medición. WIKA puede ofrecer soluciones tanto para el almacenamiento de hidrógeno gaseoso como líquido.