Cuando se viaja en un coche de gas natural se puede ahorrar hasta un 60 % en los costes de combustible. Además, el gas natural es una de las fuentes de energía más limpias: No genera emisiones de hidrocarburos no quemados, considerados peligrosos y cancerígenos, y reduce las emisiones de CO2 en un 20%.
Por eso, estos vehículos están permitidos en carreteras en las que otros no lo están. Los instrumentos de medición WIKA se utilizan para indicar el nivel de gas natural comprimido (CNG) o licuado (LNG) dentro de un tanque.
LPG (Liquified Petrol Gas) es otra alternativa de gas combustible, cada vez más utilizado no sólo en vehículos sino también, por ejemplo, en sistemas de calefacción y aparatos de cocina.