En el camino hacia una movilidad con una huella de CO2 reducida, el hidrógeno se considera una solución viable, especialmente para vehículos comerciales como, por ejemplo, camiones, autobuses, vehículos de transporte municipal, carretillas elevadoras o trenes. La presión del depósito en estos vehículos suele ser de 350 bares, con una tendencia hacia la norma de 700 bares que se utiliza en los turismos.
WIKA ofrece dos instrumentos que están certificados de acuerdo con EC79/2009 y por lo tanto proporcionan una prueba de la compatibilidad del sensor con el medio hidrógeno.