Los compresores de pistón se presentan en versiones de 1, 2, 3 ó 4 cilindros, en función de la demanda de aire comprimido o del nivel de presión que se les exija. Con un compresor de 2 cilindros como "conmutación en paralelo", el volumen de aire generado se duplica. En la "conmutación en serie", en la que la salida del primer cilindro está conectada a la entrada del segundo cilindro, se consiguen presiones más altas en el sistema.
Un compresor de pistón consiste en un cigüeñal, una biela, un cilindro con un émbolo y una cabeza de válvula. Se acciona el cigüeñal a través de una correa trapezoidal, generalmente por un motor eléctrico.
Existen modelos que constan solamente de un motor con cilindro/émbolo. Sin embargo, la mayoría de los compresores disponen de un depósito de aire comprimido para mantener la estabilidad de la presión del sistema hacia el consumidor del aire comprimido.
La operación de las herramientas de aire comprimido lleva a una presión descendente en el depósito. Cuando la presión cae por debajo del límite inferior, el motor arranca; cuando se supera el límite superior, el motor se desconecta automáticamente. Los presostatos garantizan una presión estable del sistema dentro de los límites establecidos (puntos de conmutación).
El manómetro WIKA indica de forma fiable la presión en el depósito, es decir, la presión de trabajo disponible y, por tanto, también el funcionamiento del interruptor de conexión/desconexión.